Había una vez:

 

Insoportable, despistada y despeinada, hoy estoy que no me aguanto. ¿El amor mata? Sí. ¿También duele? No.

Me da que el día que te rompieron el corazón no fue el peor de mis días ni el más feliz. Quizá, quisiste morir de dolor, de rabia, puede que de vergüenza o tristeza. A saber dónde estaba yo ese día que te partieron en dos, y cómo fue posible que no estuviera a tu lado cuando  te dejó roto y desconcertado, asqueado, como inútil. Ese día de mierda va en tu mirada, en tu forma  de mirarme, en cada paso que das y previenes, y te lo recuerda en advertencia; no olvidar lo aprendió, no olvidar la lección. Puede que fuera el mejor de mis días, a saber si el más feliz hasta ese instante de mi vida. No lo recuerdo, seguro lo recordaría. Así que alguien dejó de ser parte de tu vida después de partir y partirte, y te alejaste tanto y tanto que te acercaste.

 Te siento con todos tus enteros, deseando conocerte y que no me duelas, como una historia que merece ser contada. ¿Qué el amor mata?: sí, lo sé, como debe ser. Porque hoy he resucitado y comienzo mi vida por: <<Había una mujer insoportable, despeinada…>> como ya lo hice una vez.




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